1. Usa contraseñas seguras y distintas para cada cuenta.
Evita fechas de nacimiento o nombres comunes. Mejor: frases largas o gestores de contraseñas.
2. Activa siempre la autenticación en dos pasos (2FA).
Especialmente en el correo, aplicaciones internas y cuentas bancarias.
3. No hagas clic en enlaces sospechosos.
Si un correo te pide “urgencia”, revisa dos veces: dirección del remitente, ortografía y tono.
4. Evita conexiones Wi-Fi públicas sin VPN.
Si trabajas desde cafeterías o espacios abiertos, protege tu conexión con una red virtual privada.
5. Bloquea tu equipo al ausentarte, incluso un minuto.
Teclado bloqueado = datos seguros.